Creemos que no se puede saber ser maestro antes
de serlo, ya que para saber si estás preparado para una profesión, no sólo vale
la teoría, sino que también hay que cumplimentarla con la práctica, ya que esto
no se tiene muy en cuenta en muchas de las carreras a la hora de prepararnos
para nuestro futuro laboral.
Además, hemos podido hablar con varios profesores cercanos a nosotros, que ya tienen bastante experiencia, y nos han podido confirmar que un maestro no sabe serlo hasta que no se enfrenta a la práctica, ya que cuando llegamos a clase tenemos que poner en práctica nuestros propios recursos y adaptarlos a las características de los alumnos que tengamos en ese momento.
Por lo que se debería empezar a cambiar sería por los cimientos de la casa y no por el tejado, que es como actualmente se está intentando cambiar la educación. Nos tenemos que dejar de cambiar las leyes educativas y empezar a cambiar la educación que recibe el futuro profesorado. Mucha más práctica, así como hacernos ver ejemplos reales de problemas que surgen en el aula y cómo nosotros podríamos darle solución. Tras esta reforma, que sean los propios maestros los que elaboren la ley verdaderamente eficiente y necesaria para nuestros alumnos en el futuro.
Punto negativo vemos, en el sistema de selección del profesorado en las escuelas. Gracias a un examen mucha gente que no está capacitada para ser maestro o que no tiene un verdadero compromiso laboral, entra a trabajar a las escuelas. Plantearíamos un sistema en el que sea necesario una serie de entrevistas personales, en la que el futuro docente, demuestre lo que vale, cómo trabajaría y qué haría para mejorar la educación.
Por otro lado, nos gustaría destacar el artículo de Miguel Sola ‘Desmotivados con motivo’ porque pensamos que la motivación para un profesor es muy importante y sí numerosas fuentes ponen esta profesión como algo ‘malo’, muchas personas optaran por otros trabajos que estén mejor remunerados o mejor vistos por la sociedad.
Pero tenemos que ser conscientes que hay encuestas que les interesan mostrar este punto de vista y por ello no tenemos que dejar que esto nos afecte ni nos desmotive.
También podemos destacar que para poder ser un buen maestro tenemos que fallar a la hora de dar nuestras clases porque así podemos observar cuales son los recursos más apropiados para el aprendizaje de nuestros alumnos, ya que fallar puede ser la clave del éxito para aprender nosotros mismos de nuestros errores.
No es sólo la profesión de maestro, sino que en muchas de las titulaciones universitarias que se estudian, como médicos, ingenieros, arquitectos, una vez que se obtiene el título, creen que ya pueden ejercer perfectamente dicha profesión, pero cuando salen al mundo laboral, ven que esto no es así, y que muchas de las cosas estudiadas no se llevan a cabo.
Con la ayuda de Begoña Espejo de la Fuente, nuestra entrevistada para este proyecto, nos hemos dado cuenta de que lo anteriormente explicado, es la realidad en nuestro sistema educativo, así que os dejamos con la entrevista.
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